Colección: Narrativa
Páginas: 248
Precio papel: 18 €
Precio ebook: 6 €
Fecha de publicación: diciembre 2008
ISBN: 978-84-612-8301-9
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La tradición picaresca no se agotó en nuestros siglos de oro, sino que llega hasta nuestros días, porque grandes autores han seguido el género en los siglos posteriores e incluso han sentido la necesidad de volver a poner en negro sobre blanco a estos grandes personajes de nuestra literatura, como hizo el nobel Camilo José Cela que rescató a Lázaro en su “Nuevas andanzas y desventuras de Lazarillo de Tormes”, y a hora en el siglo XXI es la Pícara Justina la que vuelve con el estilo del siglo de oro pero sin la distancia de la época, a narrar nuevas aventuras de la mano de estos nuevos pícaros literarios que son Torres y González en una divertida novela con la que disfrutarán los conocedores del mundo picaresco del siglo de oro pero también quienes quieran divertirse con una novela llena de engaños, enredos y aventuras, ambientada en una época tan apasionante como son nuestros siglos de oro.
Los propios personajes de la obra desconocen quiénes son Torres y González, aunque un personaje conoció a sus antepasados, “dos pícaros no menos ingeniosos, que el uno González se llamaba, y el otro Torres (que es nombre muy común y acrecentado entre los de la nación gitana) cuyos descendientes tocayos, después de muchas generaciones, darán pábulo —según consta en el Libro de los Vaticinios— a un libro famoso por los siglos de los siglos escrito a cuatro manos”. Justina misma duda quiénes serían estos personajes, “como no fueran una pareja de autores que andaban de pueblo en pueblo dando la murga con sus comedias, y nadie sabía qué velas blandían en este entierro”
Esta Segunda parte de La Pícara Justina, deliciosamente apócrifa, que nos traen 400 años después los, a su manera, también pícaros, Torres y González, nos devuelve a la picaresca más genuina, la de los engaños, las bufonerías, las andanzas, y sobre todo la de la diversión y el buen humor. Justina, después de sus aventuras contadas en el primer Tomo, vuelve a sus andanzas picariles para recorrer de nuevo las tierras de España -pero también de América y Flandes- con sus engaños y buen humor, a fingirse Celestina, y a serlo también a su manera, a regentar una venta de mal vivir, y a destapar igualmente los engaños de otros que, sin parecer pícaros, lo son, a ejercer de bruja en Brujas, a formar parte de otro patio de Monipodio, y a divertir siempre con sus truhanerías, bromas y ocurrencias. No faltan los cuentecillos intercalados al modo del Quijote, como descanso de las andanzas, ni los guiños a la novela picaresca y en general a la literatura de los siglos de oro, a sus personajes y descendientes; pero igualmente a quienes se han interesado por ella, que también asoman en estas páginas. Una novela picaresca genuina narrada por una Justina rediviva que sin la doctrina del Guzmán ni los enigmas de la primera Justina nos deleita con su prosa sencilla, sus aventuras y ocurrencias y nos muestra que el género picaresco sigue muy vivo entre nosotros, pues aun hoy en cualquier esquina se esconde una Justina y tras de cualquier libro, una novela picaresca.